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Arquitectos: Enrique Barberis
- Área: 350 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Alejandro Peral
La casa se sitúa a 42 km de la Ciudad de Buenos Aires, en la localidad de Pilar, Argentina. Su destino es de fin de semana.
Se emplaza sobre un lote atípico por su forma triangular y de esquina. Se busca una respuesta sencilla para la implantación, a través de una tira en planta baja, en la cual se desarrolla la actividad social de la casa: el escritorio, el quincho, la pileta, los patios, el comedor y la cocina, se funden en un único espacio programático.
A pesar de tener cada espacio su impronta, su personalidad, se trabaja sobre la idea de permeabilidad funcional.
Sobre esta tira se apoya un volumen de sobria geometría, el cual se desfasa respecto a la planta baja, generando situaciones de accesos y galerías.
El recorrido de sol es especialmente tenido en cuenta para decidir la implantación, abriendo la casa sobre el norte captando el sol de la mañana en la totalidad de las situaciones vivibles. Sobre la fachada sur se apoyan los servicios, baños, cocina, hogar, parrilla, y la cava protegida del sol.
La proximidad de esta fachada con la calle, demando resolver un tema de privacidad. En esa búsqueda, la particularidad del entorno natural, caracterizado por el follaje, disparo una forma singular de abordar una fachada de servicio, la cual propone mimetizarse con lo orgánico de la vegetación, y adoptando el carácter protagónico resultante.
Los patios articulan el interior con el exterior de la casa a través de los usos. La idea es diluir el concepto interior – exterior. Estos paisajes internos se modifican con el recorrido diario del sol y la sucesión de estaciones.
La fachada Norte, se abre extrovertida hacia el parque, expresando el programa arquitectónico. Los usos, los colores, las texturas, los patios, los volúmenes, el agua, el sol, el césped, el fuego, la vida, se expresan sintéticamente, sin exabruptos, acompañando la armonía del entorno.